Oído al pasar en Cádiz, claro
yo, a mi nuera le llamo cuñá pa disimulá la diferencia de edá
«La reducción al absurdo, que tanto le gustaba a Euclides, es una de las más poderosas armas de un matemático. Va más allá que cualquier gambito en el ajedrez: un jugador de ajedrez puede ofrecer en sacrificio un peón o incluso una pieza mayor, pero un matemático ofrece el juego»
Godfrey Harold Hardy (1877-1947), matemático británico, «A Mathematician’s Apology»
Visto en la Singularidad Desnuda
«Las computadoras del futuro podrían llegar a pesar poco más de 1 tonelada y media.»
– Popular Mechanics, previendo la implacable marcha de la ciencia, 1949.
«Creo que existe un mercado mundial para tal vez… cinco computadoras.»
– Thomas Watson, presidente de IBM, 1943.
—¿Qué sabes de la serie de Fibonacci?
—Que cada capítulo es mejor que los 2 anteriores.
vía Clara Grima
Por fin hay luz y ya se ve, mas no fue por mor de Dios: es por un gran bang que lo que no fue, ya es.
La luz que es el Sol es de gas, y del gas de su piel se da el ser. Tras el ser, el gen, un pez, tú, yo y él.
Con la voz un ser se ve a él y ve que el que no es él, es vil. Es el bien y el mal. De tal quid se dan el clan y la ley, mas no hay rey que dé la paz.
Y ya es hoy. El tren, el chip, la red, y ya sé por qué hay luz y por qué se ve.
Bender, en la lista Snark.
Mi patria son las calles Brasil y Muñoz Arenillas, concluyó el melenudo mientras apuraba el porro.
El 17 de julio de 1834 fue en Madrid un día de luto y de desolación. Más de ciento cincuenta personas habían fallecido del cólera en la noche anterior. Una de las víctimas fue el infortunado Esteban Fernández, que tenía que ganarse la vida (con un aparato giratorio de los llamados caballitos) en lo que hoy se llama paseo de las Delicias, sito detrás del Hospital General.
Un tailandés preguntó en el grupo de USENET soc.culture.spain (en 1994): ¿Cómo es Sevilla? Intenté responderle y me salió una respuesta bastante inútil. La encontré de nuevo entre los ficheros del disco duro hoy. Y me sorprendió (¿o no? ¿acaso Sevilla no es eterna?) ver que sigue siendo igual de inútil, igual de válida. La escribí a vuelapluma, pensando en algún día hacerle correcciones, pero nunca tengo tiempo o ganas. Aquí os la dejo, tal cual.
Asumid que tiene varias décadas y hay cosas que han cambiado y otras, desgraciadamente, no.
Una sociedad sostenible sería aquella que intencionadamente limita el número de nacimientos y su consumo para mantenerse dentro de la capacidad de su territorio. No he oído hablar de ninguna que haya hecho eso.
Jay Hanson
calvarse v. refl. raparse, pelarse al cero
aerodáctilo sust. masc. dinosaurio volador
mpg cuando tenía 9 años
Me llevo tu sonrisa y tu mirada. Ven esta noche a buscarlas.
del libro El matemático del rey, de Juan Carlos Arce.
y ahora, el texto de siempre:
¿Qué debo hacer?
Llevar contigo una toalla todo el día para mostrar tu participación.
¿Cuándo debo hacerlo?
El 25 de mayo.
¿Dónde?
En todas partes.
¿Por qué una toalla?
Porque lo dice en la Guía del Autoestopista Galáctico:
La Guía del autoestopista galáctico tiene varias cosas que decir respecto a las toallas:
Hace tiempo me contó mi amigo Almar que estaba oyendo la radio y alguien llamó por teléfono al programa. Cuando le preguntaron por su profesión, afirmó ser seleccionador de ambientes. Tras la sorpresa inicial, la locutora del programa logró (no sin mediar un buen interrogatorio) que el interfecto confesara ser portero de discoteca, vulgo gorila.
Rey de los hunos, emperador del mundo. Desplazó a los bárbaros que ocuparon el imperio romano a mediados del siglo V. Por su culpa, anglos y sajones ocuparon Inglaterra, los suevos Galicia, los longobardos Italia y los godos España, Francia y Alemania. Sitió dos veces Constantinopla, tomándola una de ellas y arrasándola con las epidemias que traía consigo el ejército. Trajo la peste a Europa por primera vez. Cuando Honoria, una de las herederas del Imperio, le pidió ayuda, Atila le exigió como dote todo el Occidente. Al negarse aquella, el huno declaró que de todas formas, tomaría lo que era suyo. Godos y romanos se aliaron para contenerle en los Campos Cataláunicos. Cuando volvió a su palacio trasdanubiano a descansar y casarse con la bella Ildico, murió de una hemorragia nasal o de un ataque cardíaco. Sus guerreros se cortaron con sus espadas porque al azote de Dios no se le debe llorar con lágrimas, sino con sangre.
Tenía 47 años cuando murió. Como Nelson, Bolívar, Garland, Goebbels, Piaf o Pirro.