Recuerdo
“…mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.”
Ismael Serrano
“…mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.”
Ismael Serrano
Id, viril Idrid: dirigid, insistid, dividid, imprimid vil iri; dirimid civil, difícil lid; infligid ministril crisis; fingid bilis, sífilis, tisis sin fin; vivid mil brindis, y … gris fin, dimitid.
Anonimo nos contó en Cambalache 3.14 que Màrius Serra en su libro Verbalia se lo atribuye a Albaigès
¡Qué extraña máquina es el hombre!
Usted le mete pan, vino, pescado y rábanos,
y salen suspiros, risas y sueños
Nikos Kazantzakis
Cuando llegué al colegio, faltaban seis compañeros de mi clase de sexto de bachillerato (el penúltimo curso de enseñanza secundaria de entonces). Teníamos quince o dieciséis años y casi ninguno de nosotros había besado todavía a una chica.
¿Amor compacto?
¡Jamás!
De tus caricias no quiero
extraer un recubrimiento finito.
Primer premio de #micromates en el Carnaval Matemático 5.7, edición Alan Turing (2014)
Cuento del mes de Abril de 2023
A la mañana, Ana sacaba la sábana blanca ya lavada. La amarraba a la cama, la aplana, llamaba a la mamá:
-¡Mamá, mamá, acá, la cama ya va acabada!
La diferencia entre un hombre inteligente y uno tonto es que el tonto siempre comete los mismos errores.
El inteligente, en cambio, los comete siempre distintos.
Cortesía dEl florido byte
Después de cortarle la cabeza, lo enterraron vivo
Lapsus Calami en La muerte de Mongomer, Henri Zvedan (otro), citado en 2666, de Roberto Bolaño.
León Gieco.
Nosotros no somos como los Orozco,
yo los conozco, son ocho los monos:
Pocho, Toto, Cholo, Tom,
Moncho, Rodolfo, Otto, Pololo.
Yo pongo los votos sólo por Rodolfo,
los otros son locos, yo los conozco, no los soporto.
Stop. Stop.
— ¿A cuántos hombres has olvidado?
— A tantos como mujeres tú recuerdas.
— ¡No te vayas!
— No me he movido.
— Dime algo agradable.
— Claro. ¿Qué quieres que te diga?
— Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años. Dímelo.
— Te he esperado todos estos años.
— Dime que habrías muerto si yo no hubiera vuelto
— Habría muerto si tú no hubieras vuelto.
— Dime que me quieres todavía, como yo te quiero.
— Te quiero todavía como tú me quieres.
— Gracias. Muchas gracias.
Inmortal diálogo de la película Johnny Guitar, recordado gracias a un comentario en el blog de Tíscar, hace ya 16 años.
La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de la gravedad.
Ana María Shua, citada en Todavía, comentando Por favor, sea breve.
La gente se preocupa porque los niños juegen con pistolas o vean videos violentos, por si algún tipo de cultura de violencia los corrompe.
Nadie se preocupa porque los niños escuchen miles, literalmente miles, de canciones sobre corazones rotos, rechazo, dolor, miseria y pérdida.
La mujer rica le enseña a su hijo lo feo que es estar sucio.
La mujer pobre le enseña al suyo lo hermoso que es estar limpio.
Atribuído a Jodorowski
Una de las muchas versiones que circulan de este clásico por las facultades de Matemática. Feliz #DiadePi y #DiadelaMatematica
embébese Esther del leve mecer del relente:
-Excelente, vegeté tres meses en el éter… ¡fetén!
De repente Pepe, ese mequetrefe que es el gerente de Mercedes Benz, se yergue de entre el verde césped, emergente el repelente pene.