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Atila

Rey de los hunos, emperador del mundo. Desplazó a los bárbaros que ocuparon el imperio romano a mediados del siglo V. Por su culpa, anglos y sajones ocuparon Inglaterra, los suevos Galicia, los longobardos Italia y los godos España, Francia y Alemania. Sitió dos veces Constantinopla, tomándola una de ellas y arrasándola con las epidemias que traía consigo el ejército. Trajo la peste a Europa por primera vez. Cuando Honoria, una de las herederas del Imperio, le pidió ayuda, Atila le exigió como dote todo el Occidente. Al negarse aquella, el huno declaró que de todas formas, tomaría lo que era suyo. Godos y romanos se aliaron para contenerle en los Campos Cataláunicos. Cuando volvió a su palacio trasdanubiano a descansar y casarse con la bella Ildico, murió de una hemorragia nasal o de un ataque cardíaco. Sus guerreros se cortaron con sus espadas porque al azote de Dios no se le debe llorar con lágrimas, sino con sangre.

Tenía 47 años cuando murió. Como Nelson, Bolívar, Garland, Goebbels, Piaf o Pirro.


Criterio de divisibilidad por 17

Tomamos un numero, le quitamos la cifra de las unidades y al resultado restamos 5 veces el valor de esta cifra. Si el resultado es negativo, lo pasamos a positivo.
Repetimos hasta que el resultado es menor que 18.
Si es 17, el número original es múltiplo de 17.
Si es cero, es múltiplo de 51 (y también de 17, claro)

Dos preguntas:

  • ¿Por qué?
  • ¿Otros criterios de divisibilidad exóticos?

Opré Romá

El 16 de mayo de 1944, en torno a 6.000 gitanos -hombres, mujeres, niños y ancianos – internados en el campo de concentración de Auschwitz II Bikernau “Zigeunelager” recibieron información de que esa noche serían gaseados y exterminados. Los allí concentrados se proveyeron de todo lo que encontraron a su alcance, y se levantaron contra las SS para impedir que consiguieran su fin.

Fue la única rebelión en un campo de concentración nazi.


¿Qué otra cosa podía hacer?

Ella era una estrella del rock and roll y yo,… bueno, yo era solamente su camello. ¿Qué otra cosa podía hacer? Toda la vida adorándola a distancia, entre risas, colocones y deudas. Por eso, cuando la discográfica decidió que sería beneficioso para su imagen que hiciera una cura de rehabilitación después del escándalo del Teatro Maestranza… ¿qué otra cosa podía hacer? La alejarían de mí, de mi mundo. Nunca más volvería a necesitarme. Nunca más volvería a sonreírme.

Organicé una fiesta de despedida, en la que no faltó de nada. Absolutamente de nada. De hecho, el speed llevaba algunas cosas más de la cuenta. Dime: ¿qué otra cosa podía hacer?