De justicia y de leyes
La ley es como una telaraña: los débiles se enredan en ella y no pueden escapar mientras los poderosos la atraviesan limpiamente.
Solón, s VII adC
La ley es como una telaraña: los débiles se enredan en ella y no pueden escapar mientras los poderosos la atraviesan limpiamente.
Solón, s VII adC
Le dije: Nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de una máquina y los líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, por favor, desenchufa los artefactos que me mantengan vivo.
Ella se levantó, desenchufó la televisión y me tiró la cerveza.
La diferencia del mismo con el mismo,
impotente para la suma,
todopoderoso en la multiplicación,
prohibido en la división.
Ligeramente adaptado de El teorema del loro, novela para aprender matemáticas (o al menos, así se subtitula) de Denis Guedj.
Si tu dios es judío, tu coche japonés, tus calzoncillos marroquíes, tus zapatos chinos, tus pantalones americanos, tu café colombiano, tu pizza italiana, tu numeración india y tu alfabeto latino …
¿Cómo te atreves a llamar extranjero a tu vecino?
La diferencia entre la teoría y la práctica es mayor en la práctica que en la teoría.
El 2 de febrero de 1988 firmé mi primer contrato con la Universidad de Sevilla. Hoy hace 35 años,
¿Quién necesita la realidad?
¡La realidad es una puta mierda!
Vale que los gráficos son buenos, pero no hay reglas, ni puedes guardar partida, ni hay vidas extras…
¡En el mundo real, no hay más que dolor y tristeza!
En Sumatra alguien quiere doctorarse de adivno. El brujo examinador le pregunta si será suspendido o si pasará. El candidato responde que será suspendido…
Jorge Luis Borges
Pregunta: Escriba una pregunta acorde con este examen y resuélvala.
Respuesta: Escriba una pregunta acorde con este examen y resuélvala.
Escriba una pregunta acorde con este examen y resuélvala.
Pero un pueblo, una patria, no es más que la cuna de un hombre. Se deja la tierra que nos parió como se dejan los pañales. Y un día se es hombre antes que español.
León Felipe, Español del éxodo y del llanto (Doctrina, Elegías y Canciones). La Casa de España en México, 1939.
Atribuida erróneamente en ocasiones a Ernesto Ché Guevara, que posiblemente la citara.
Después de discutir diferentes dificultades durante dos días, doce duendes de Dinamarca deshonradamente decidieron dividirse dos docenas de delicados diamantes de David Domínguez Duran, desfalcándolo duramente. David, después de descubrirlo, decepcionado dijo: «¡Devuelvanmelos! deberían demostrar decencia». Después de dos días decidió denunciarlos. Diez duendes desilusionados devolvieron diamantes, después dieron dinero donde debían. Después de diciembre, decepcionados de devolverlos descubrieron doscientas docenas de dólares. Desbordando de dicha, despilfarraron dinero durante doce días dignos de delicias doradas. Después dijeron: «donemos diezmo, definitivamente desahogaremos difíciles dilemas doctrinales
Tautograma en la extinta lista snark (2006). La autora es una jovencita de 12 años (entonces) llamada Fernanda Mendoza, de la escuela MAXEI, en la ciudad de Santiago de Querétaro, Qro. México.
Procurad pensar poco, pero profundamente (Francisco J. Briz).
Hoy es el Día internacional en memoria de las víctimas del Holocausto. A veces una imagen vale más que mil palabras. O un mapa.
No somos los extranjeros,
los extranjeros son otros.
Son ellos los mercaderes
y los esclavos nosotros
Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo
Gramsci
Un día, la Niña de Gibraltar le dijo que tuviese cuidado con la fortuna que, a juzgar por su mano, no le ayudaría mucho. Corto Maltés se echó a reír.
– No te preocupes, madre –le dijo–, la fortuna me la fabrico yo.
Cogió una navaja de barbero y allí, sobre la palma de la mano, donde hubiera debido encontrarse la línea de la fortuna, trazó un surco profundo y sangriento.
Se dice que el plural es nosotros, pero, cómo puede haber más de un mí mismo, está mucho más claro para los gramáticos que para el autor de este incomparable diccionario.
Ambrose Bierce, Diccionario del Diablo.
¡Santo Dios!.., exclamó la princesa alarmada: ¡Estoy embarazada y no sé de quién!…
Cuando los blancos vinieron a África, teníamos la tierra y ellos tenían la Biblia.
Nos enseñaron a rezar con los ojos cerrados y cuando los abrimos, los blancos tenían la tierra y nosotros, la Biblia.