Archivos 2024-08-12

Oído al pasar: enamorarse por internet

Me lo contó una amiga que se lo escuchó a otra amiga suya:

Dos señoras de unos 60 años a mi lado hace un ratito en la piscina en una clase de aquagym:

-Sra.1: Niña, ¿has visto lo delgá que se ha quedao la Rafaela?
-Sra.2: Si, es verdad. Se habrá enamorao por interné.
-Sra.1: ¿Y eso adelgaza?
-Sra.2: Eso dicen…que entre el lío con las teclas y el sin viví de que tó lo que te esté diciendo el otro sea mentira, te pones a perder peso y te quedas la mar de delgaita.


EN EL SALÓN, de Carlos Marchese

En este día en que Discepolín hubiera cumplido 123 años y aunque el tango que enhebra el hilo argumental del siguiente relato no tiene nada que ver con D. Enrique, es un honor para esta bitácora presentar a ustedes en rigurosa primicia el siguiente relato de D. Carlos Marchese, amigo virtual en varias listas de tango a quien respetamos y seguimos desde hace tiempo. Bueno, no tan rigurosa, porque en la versión anterior de Cambalache ya lo presentamos hace 12 años.

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Ya nunca juego al ajedrez (23-F)

Tú estabas en Londres abortando el hijo que nunca tuvimos -aquí no se podía abortar legalmente, aunque se hacía en condiciones inhumanas-. No habíamos salido al extranjero. A ti te echaron las monjas del colegio y te mandaron a casa, pero te fuiste al Parque de los Príncipes a fumar porros. Yo estaba perdiendo al ajedrez cuando empezó a sonar la música militar en la radio del bar. A ti, que compartiste mi vida tantos años, aún no te conocía. Tú habías huido de mí y lo viste con la boca abierta y alucinada en una televisión australiana donde nunca daban noticias de España.

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Manual para ponentes de mesas redondas que no tienen ni idea del tema que se trata

  1. Empieza haciéndole la pelota al público. Sé original. Un estoy encantado de estar aquí está bien, pero no va bien dirigido. Es mucho mejor algo como son ustedes las personas que escogería para estar en una isla desierta, o similar.
  2. Desvía el tema. Recuerda que te han pillado por sorpresa, aceptaste por compromiso o no te dio tiempo a preparártelo bien. Pero seguro que hay algo parecido que sí te sabes. Úsalo. Si insistes lo suficiente, nadie se dará cuenta de que ese no era el tema original. Sugerencias:
    • No tenemos suficientes datos, hacen falta estudios más profundos. En cambio, sobre este otro problema hay una amplia bibliografía que debemos estudiar atentamente.
    • Hablar de este tema sería como organizar una mesa redonda sobre drogas sin drogadictos.
    • Mi compañero (ver punto siguiente) es un auténtico experto en (otro tema), pero no puede aplicarse su método a este caso.
  3. Traicionar al compañero. Método también conocido como robarle la cartera al amigo. Los ponentes suelen reunirse, a veces para comer, antes de la mesa redonda. Guarda tus cartas y roba la de los otros ponentes. Utiliza sus argumentos si tu turno es anterior al suyo. O prepara en silencio una respuesta contundente a su propuesta si tu turno es posterior. Lo dejarás descontrolado y desviarás la atención del público.

Este, hasta hoy imaginario, manual fue usado como hilo conductor de mi intervención en la Mesa Redonde de Padres Invisibles del Encuentro Andaluz de Blogs Educativos 2012 (EABE 12). Me ha encantado estar allí. Gracias de nuevo a esos fantásticos docentes por el trabajo que realizan.

Si quieres ver el video, en esta página. Es el último del EABE de Carmona.


Y sin embargo

una llamada de teléfono, los comentarios de la parroquia, cuatro días de descanso, el capítulo siete del Quijote, filósofos que comparten sus pensamientos por nada, un mirlo a las seis, un regalo semianónimo, una estrella fugaz, una tumba prehistórica, y me envenenan los besos que voy dando, un beso de una niña y unas palabras, los amigos, las amigas, sus ojos, lo que tú sabes y nadie más, un tango, una canción, un sueño, una esperanza, lo que tira más que las maromas, una conversación, la puesta de sol sobre el Castillo de San Sebastián, los amaneceres en Barqueta, la otra Sevilla, mi Cai, despertar a tu lado, saber que me quieres – y creerme que no lo sabe nadie más-, el recuerdo de haber dormido contigo, lo que no puedo contarte, lo que te cuento todos los días, la canción que nunca canté, la novela que nunca escribí, ese cuento que le escribí a otra pero salió perfecto para ti, las conexiones ortogonales, 18 vértices de un grafo, la fiesta de corpus del Gastor, algo de física cuántica, los Upanishads, más de cien motivos, se me olvidó que te olvidé… a mí que nada se me olvida, el sol de medianoche, un viaje en autobús, el cuerno de oro, Atenas de violetas coronada, Praga nevada, Venecia sin ti, nuestro hotel en el jardín del Lido, el balcón de Julieta, la espaguetería que había a cien metros del balcón de Julieta, Europa en autoestop, más cuento que Calleja, el óctuple camino, el arte de la guerra, el aikido, el kamasutra, cosas que supe alguna vez, Laponia, Escocia, Creta, la isla del Algarve, el faro del Rompido, la lluvia de estrellas, y sin embargo… de cuando en cuando,… merece la pena.

Y además: Γαλαχιδι, una habitación sin vistas, tu mano en mi mano, una pluma que me recuerda a ti, actrices de teatro, viejos roqueros, moteros de pueblo, comidas de diseño que están buenas, conversaciones a la puesta de sol, amigas que son madres, amigos nuevos, amigos que lo siguen siendo, los países que aún no vi pero iré, tu recuerdo, tu amor sempiterno y otras cosas que no debo contar.


Mi puerta sigue sonando de madrugada

Te has ido sin avisar, aunque ya sabíamos que te ibas. Pero siempre nos quedaba la esperanza de que esa batalla que tanto luchaste la pudieras ganar al final. Te has ido y se nos ha quedado la cara de tonto que se nos queda siempre a la hora de despedir a alguien que no queremos despedir. Te has ido y tus amigos (nuestros amigos) no me han avisado, quizás acogotados por la tristeza o ahogados por el llanto o simplemente con el despiste que siempre nos caracterizó a ti y a mí. 

Hemos estado años sin vernos y ahora te echo de menos más que antes.

Mi puerta sigue sonando de madrugada y estás en el fondo de cada caña de manzanilla.  Te has ido y no tengo palabras. Ni siquiera tengo lágrimas. 

Cuento del mes de Enero de 2023