Esta entrega es un poco más tardía que las dos anteriores. De hecho, la tercera está desactualizada y no tiene mayor interés, pero aquí tenéis el enlace a la original. Si os traigo esta serie aquí. es para que comprobéis mis dotes de profeta tecnológico: el original es de 2004.

En la Computación Ubicua más tradicional, la desarrollada en el PARC de Xerox y de la que hablamos en esta entrada, el concepto de marca es el de insignia activa. De hecho, los primeros prototipos no llevaban pantalla de cristal líquido ni medio de interactuar con los humanos.

Sin embargo, esta serie de artículos se titula Vaciando los bolsillos de basura y empezó enumerando una lista de las cosas que los humanos llevamos encima cuando salimos de casa: Llaves de casa, llaves del trabajo, llaves del coche (o de la moto o del candado de la bicicleta). Dinero suelto, billetes. Bonobús o tarjeta de transporte. Teléfono móvil. Documentos para el trabajo o apuntes para la facultad. Ordenador portátil, si nuestro trabajo lo requiere o podemos permitírnoslo. Si no, posiblemente disquetes o magnetoópticos. Carné de identidad, de conducir, de la facultad (o acreditación para la oficina). Del gimnasio o de la piscina, de la asociación de vecinos, del club de fútbol o baloncesto… Tarjeta del cajero, VISA o AMEX, de la otra cuenta bancaria,… Tarjeta de los grandes almacenes, de la agrupación de comerciantes del centro, de la competencia de los grandes almacenes… Boleto de la lotería primitiva o quiniela y papeleta de la rifa del colegio de la sobrina… Un panfleto con la programación de nuestra sala de Jazz favorita y una octavilla con la cartelera local. Quizás un horario de autobuses o trenes o aviones… Cinco papeles autoadhesivos recordándonos teléfonos o citas. El resguardo de la reparación del radiocassette del coche. El carné de donante de sangre, el de la biblioteca… , por lo que estaríamos hablando de marcas orientadas a la persona y no al objeto, que serían cuestión de otra discusión también interesante, del mismo modo que las tabletas o las pizarras, los otros ordenadores agentes de la computación ubicua.

Al haber avanzado la tecnología y debido a que -entre otras cosas- estamos pidiendo que esta marca funcione como tarjeta universal, es razonable sugerir que esta marca orientada al humano tenga una cierta interacción con él: pantalla de cristal líquido y algún mecanismo de entrada de datos (pantalla táctil, miniteclado o control por voz).

Resumiendo: estamos buscando una marca, o sea, un aparato de un tamaño razonable (algo que quepa en el bolsillo o que se pueda llevar como un reloj o prendido en la chaqueta, o ¿porqué no?, unas gafas) que sea capaz de comunicarse con su entorno mediante infrarrojos o algún método similar y con los humanos mediante una pantalla y un sistema de entrada de datos.

Además, como ya se comentó, si queremos que esta tecnología triunfe hay que buscar algún método para que este aparato sea adoptado sin demasiadas reticencias.

Imagino que a estas alturas y con la pista que dimos en la tercera parte de esta serie, ya estaréis suponiendo la solución: la marca ya existe y hay 37 millones de ellas funcionando en España: es el teléfono móvil. Sólo hay que añadirle determinadas funcionalidades, pero la tecnología ya existe para ello y el hecho de que no estén implementadas es más bien una cuestión política que técnica.

Es más, un teléfono móvil de aquí a pocos años tendrá muchas más aplicaciones: llevará un disco duro o una memoria permanente de gran tamaño incorporada, será también reproductor de mp3, cámara de fotos y asistente personal (PDA).

Y enlazo con otra reflexión de Ignacio Escolar que recogimos aquí no hace mucho y con una que acaba de hacer el GNUdista en los comentarios: los bancos y las operadoras pueden abusar de su posición dominante para pedir precios abusivos por la intermediación en el comercio electrónico. ¿La solución?: la creación por el Banco Central Europeo de una pasarela electrónica de pago sin cargo para los intervinientes. Eso permitiría fomentar esta tecnología sin dejar el control en manos de empresas privadas.

¿Demasiado bonito para ser verdad? Posiblemente…

Apenas tres meses después (Marzo de 2005), se anunciaba el Sony Ericsson W800i , un teléfono tribanda que era también:

  • Reproductor de música(s)
  • Memoria de 38 MB, ampliable a 1Gb, gracias a tarjetas Memory Stick Duo
  • Radio FM
  • Cámara de 2 megapíxels

¿Qué le falta a los teléfonos de 2023 para ser auténticas marcas?