Viniste a mí por mis palabras
y sólo encontraste sexo,
pero nunca te oí quejarte.
Pocas entienden a Scherezade,
aunque todas gustan
de sus cuentos
Viniste a mí por mis palabras
y sólo encontraste sexo,
pero nunca te oí quejarte.
Pocas entienden a Scherezade,
aunque todas gustan
de sus cuentos
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