Los cerebros creativos son un recurso valioso y limitado. No deben desperdiciarse reinventando la rueda cuando hay tantos y tan fascinantes problemas nuevos esperando por allí.

Para comportarte como un hacker, debes creer que el tiempo para pensar que emplean otros hackers es precioso —tanto, que es casi una obligación moral para ti el compartir la información, resolver los problemas y luego exponer la solución de manera que los otros hackers puedan resolver nuevos problemas, en lugar de enfrentarse perpetuamente con los viejos.

(No tienes que pensar que estás obligado a regalar todo tu producto creativo, aunque aquellos hackers que lo hacen son los que obtienen más respeto por parte de los demás hackers. Es consistente con los valores de un hacker venderse lo suficiente para pagar la comida, el alquiler y los ordenadores. También está bien la utilización de estas habilidades de hacker para sostener a la familia, o incluso hacerse rico, siempre que no olvides la lealtad a tu arte y a tus colegas hackers mientras lo haces.)

Del documento Cómo convertirse en hacker de Eric Steven Raymond.