Manual para ponentes de mesas redondas que no tienen ni idea del tema que se trata

  1. Empieza haciéndole la pelota al público. Sé original. Un estoy encantado de estar aquí está bien, pero no va bien dirigido. Es mucho mejor algo como son ustedes las personas que escogería para estar en una isla desierta, o similar.
  2. Desvía el tema. Recuerda que te han pillado por sorpresa, aceptaste por compromiso o no te dio tiempo a preparártelo bien. Pero seguro que hay algo parecido que sí te sabes. Úsalo. Si insistes lo suficiente, nadie se dará cuenta de que ese no era el tema original. Sugerencias:
    • No tenemos suficientes datos, hacen falta estudios más profundos. En cambio, sobre este otro problema hay una amplia bibliografía que debemos estudiar atentamente.
    • Hablar de este tema sería como organizar una mesa redonda sobre drogas sin drogadictos.
    • Mi compañero (ver punto siguiente) es un auténtico experto en (otro tema), pero no puede aplicarse su método a este caso.
  3. Traicionar al compañero. Método también conocido como robarle la cartera al amigo. Los ponentes suelen reunirse, a veces para comer, antes de la mesa redonda. Guarda tus cartas y roba la de los otros ponentes. Utiliza sus argumentos si tu turno es anterior al suyo. O prepara en silencio una respuesta contundente a su propuesta si tu turno es posterior. Lo dejarás descontrolado y desviarás la atención del público.

Este, hasta hoy imaginario, manual fue usado como hilo conductor de mi intervención en la Mesa Redonde de Padres Invisibles del Encuentro Andaluz de Blogs Educativos 2012 (EABE 12). Me ha encantado estar allí. Gracias de nuevo a esos fantásticos docentes por el trabajo que realizan.

Si quieres ver el video, en esta página. Es el último del EABE de Carmona.


11-S

50 años, Pinocho. Y parece que fue ayer. Hoy es de los días en que me gustaría ser cristiano para creer que ardes eternamente en el infierno, atormentado por la gloria de tus víctimas. Pero no. Te moriste tranquilamente en tu cama; huiste cobardemente de la justicia, haciéndote pasar por un enfermo; nos humillaste a todos (¡una vez más!) levantándote de la silla de ruedas que te había proporcionado la injusticia británica.

Leer más


Termópilas

Honor a aquellos que en sus vidas
se dieron por tarea el defender Termópilas.
Que del deber nunca se apartan;
justos y rectos en todas sus acciones,
pero también con piedad y clemencia;
generosos cuando son ricos, y cuando
son pobres, a su vez en lo pequeño generosos,
que ayudan igualmente en lo que pueden;
que siempre dicen la verdad,
aunque sin odio para los que mienten.

Y mayor honor les corresponde
cuando prevén (y muchos prevén)
que Efialtes ha de aparecer al fin,
y que finalmente los medos pasarán.